Imposible dar la espalda o cerrar los ojos

Rúben Dias y Ferro se han vestido de voluntarios y estuvieron en el terreno con la Comunidad Vida y Paz, una institución que todos los días – con la ayuda de 600 voluntarios - distribuye comidas a cintos de sin hogar en Lisboa.

La onda de frío que se hace sentir por toda Europa obligó a la activación de planos de contingencia para la protección de quien vive en la calle. Las plantillas de los equipos principal y B del Benfica, representadas por Rúben Dias y Francisco Ferreira (Ferro), fueron sensibles a los llamamientos y entregaron – por iniciativa propia y con la colaboración de la Fundación Benfica –, 200 mantas y sacos de dormir a la Comunidad Vida y Paz.

En Rossio, Santa Apolónia, o Saldanha, un poco por toda la ciudad de Lisboa, cientos de personas duermen en camas de cartón, en sitios improvisados. Con lluvia y la temperatura a bajar, es aún más difícil vivir sin un techo. Los jugadores del Benfica estuvieron a la cabeza de la acción de la Comunidade Vida y Paz y vieron, mirando a los ojos, los rostros de historias de vida – muchas de ellas dramáticas – que no los dejaron indiferentes.

“Es un pequeño gesto para nosotros, pero un gran gesto para quien ayudamos”, resumió Rúben Dias, en un reportaje llevado a cabo por la BTV.

El defensa-central del equipo principal confesó que ha vivido “una experiencia muy buena”, una realidad diferente que reforzó la idea de que “la cuestión es ayudar y no juzgar”.

“Sin duda alguna que me ha sensibilizado más y me ha dejado también más dispuesto a trasmitir el mensaje. Hacer con que las otras personas reconozcan que esto puede ser importante”, añadió el jugador.

Una realidad compartida con Francisco Ferreira, el representante del equipo B del Benfica.

“Las personas solo lo tienen claro cuando están aquí. Creo que algunas personas miran con desdén o piensan cosas menos buenas de los sin hogar, pero nosotros estuvimos en las calles, conocemos las personas y eso nos posibilitó dar cuenta de que quien está en la calle son personas como nosotros”, recordó.

“Es importante, muchas veces, no solo por la comida o por la manta que damos, pero crear para lazos, para las personas comprendan que no son invisibles. Están aquí, son parte de nuestra comunidad y no podemos dar la espalda o cerrar los ojos”, alertó.

Al final, un agradecimiento especial (y merecido) a la Comunidad Vida y Paz, que todos los días leva a las calles de Lisboa 55 equipos divididos por cinco circuitos, dispuestos a “calentar” la noche de quien vive sin techo.

“Solo puedo decir cosas buenas. Nos han tratado muy bien y ayudado mucho a crear el vínculo, son personas que quieren ayudar”, finalizó Rúben Dias.

Texto: Filipa Fernandes Garcia

Fotos: Archivo / SL Benfica