Encuentro intergeneracional con un águila en el pecho

ENCUENTRO

Como parte de la celebración del 121 aniversario de Sport Lisboa e Benfica, la Fundación Benfica recibió el reto de la Benfica Escuelas de Fútbol de organizar un encuentro intergeneracional que fomentase el intercambio de experiencias y conocimientos sobre el club y su historia.

En este contexto, se organizó una iniciativa que reunió en el césped sintético de la Luz a un grupo atípico: un grupo mixto de niños de las Escuelas de Fútbol del Club, y un grupo de mayores de la Fundación Benfica que practican Walking Football, formado también por señoras y señores.

La consigna inicial era, por supuesto, practicar deporte. Conocerse y romper así el hielo de los primeros contactos. Fue especialmente interesante ver a los niños aprendiendo las reglas y la práctica del Walking Football con los más viejos.

Es muy difícil pedir a los niños que no corran, que es la regla principal del Walking Football, pero poco a poco se fueron adaptando y lo hicieron lo mejor que pudieron.

A decir verdad, incluso a los mayores, con años de práctica, aún les cuesta resistir la tentación de un pequeño sprint para alcanzar ese balón que se aleja. Con este ejercicio, los niños pudieron ponerse en la piel de sus mayores y aprender un nuevo deporte.

A continuación se pasó a un lugar muy especial. El centro del césped del antiguo Estádio da Luz, situado en el aparcamiento del complejo deportivo del club, junto a la estatua de Eusébio.

La etapa siguiente fue la visita al Museo Benfica – Cosme Damião, donde el Patrimonio Cultural realizó un recorrido personalizado para esta interacción entre las dos generaciones, activando recuerdos y conocimientos en espacios específicos, que fueron compartidos, así como curiosidades escuchadas por primera vez del mediador cultural.

Un momento destacado fue el final de la visita, en el Nido del Águila, donde, después de ver el vídeo, los grupos se dieron consejos y sugerencias.

La visita al Estádio da Luz, para alegría de todos los presentes, fue el cierre perfecto de una experiencia enriquecedora.